Nace en Santiago el 18 de mayo de 1908. Tras estudiar en la escuela Normal de Santiago se traslada a Santo Domingo en 1929 para estudiar la carrera de medicina. Recibió su título de Licenciado en Medicina y Cirugía en 1934 y al año siguiente inicio su labor como Monitor del instituto de anatomía de la Universidad de Santo Domingo. En 1940 presentó sus exámenes para el Doctorado en Medicina. Tras obtener el Doctorado se convirtió en Catedrático de Anatomía y Embriología.
En esos años inicia su consultorio privado en la calle Hostos, casi esquina Arzobispo Meriño. Su ejercicio profesional lo inicio como médico general, pero sus habilidades quirúrgicas asociadas a sus grandes conocimientos de anatomía, le llevaron a dedicarse en exclusiva a la cirugía, que ejerció con gran éxito en la ciudad de Santo Domingo. En el 1940 es nombrado Medico Interno del Hospital “Padre Billini” dirigido en ese entonces por el Dr. Francisco Moscoso Puello.
En 1949 inicia sus labores en el Instituto de Oncología junto al Dr. Heriberto Pieter. Se dedico con gran entusiasmo a esta labor al punto que en 1953 renuncio del Hospital Padre Billini para dedicarse exclusivamente a la cirugía en el Instituto Oncológico; su capacidad de aprendizaje, su disciplina y su dedicación le permitieron obtener grandes resultados quirúrgicos. Con miles de cirugías en su haber, fue un cirujano consagrado y magnánimo, protector de sus pacientes y dedicado con fervor a ellos.
Sus valores como ser humano se evidenciaron en una situación que surgió en 1949, cuando un día le trajeron cuatro cadáveres para disección y estudios anatómicos que el reconoció como pertenecientes a los expedicionarios de la gesta de Luperon y en un acto de valentía, el Dr. Capellán decidió que esos cadáveres no se tocarían y los coloco en la parte más profunda de una pileta de formol, con la ayuda de un asistente, y durante 12 años los mantuvo en lo que él llamaba la “pileta sagrada”. En 1962 tras la caída del Trujillismo, lo comunico a las autoridades y sus familiares pudieron darles sepultura.
El Dr. Capellán, fallecido el 20 de septiembre de 1990, con una vida entera dedicada a la enseñanza de la anatomía y cirujano de gran habilidad, tiene el gran mérito de haber adquirido sus enormes conocimientos anatómicos y su gran destreza quirúrgica como un autodidacta, con dedicación y consagración únicas. Fue Maestro de la Medicina Dominicana, Miembro de la Academia Dominicana de Medicina y del Colegio Dominicano de Cirujanos. En 1984 tras 49 años consecutivos como Profesor de Anatomía en la Universidad de Santo Domingo y en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, fue puesto en retiro. En homenaje a su larga carrera docente el instituto de anatomía de la Universidad Pedro Henríquez Ureña lleva su nombre, así como una de las salas de cirugía del Instituto Oncológico.