Reconstrucción tras cáncer de mama

La reconstrucción de la mama tras un cáncer es uno de los procedimientos quirúrgicos actuales dentro de la cirugía plástica más seguros y gratificantes para la paciente. El desarrollo de nuevas técnicas posibilita al cirujano plástico crear una mama muy similar en forma, textura y características a la no operada.

Para la inmensa mayoría de las mujeres con cáncer de mama, la reconstrucción de la misma mejora la imagen, lo cual facilita una mayor estabilidad emocional, permite enfrentarse de una forma más positiva a la enfermedad y llevar una vida social y sexual más activa.

¿Quién y cuándo puede reconstruirse la mama?

Casi todas las mujeres mastectomizadas pueden, desde el punto de vista médico, considerarse candidatas para reconstruirse la mama, la mayoría de ellas a la vez que se quita la mama. La candidata óptima es aquélla a la que se le puede eliminar completamente el tumor durante la mastectomía. Cuando la mama se reconstruye a la vez que se realiza la mastectomía (técnica denominada reconstrucción inmediata), la paciente se despierta de la intervención con un contorno mamario adecuado, evitando la experiencia de verse con la mama amputada; el beneficio psicológico de esta técnica es claro. En algunos casos, sin embargo, la reconstrucción puede o debe posponerse (técnica denominada reconstrucción diferida). Algunas mujeres no se sienten cómodas hablando de la reconstrucción mientras intentan adaptarse al hecho de haber sido diagnosticadas de un cáncer de mama; otras mujeres simplemente no desean más intervenciones que las estrictamente necesarias para curar la enfermedad. Otras veces, el empleo de técnicas más complejas de reconstrucción hace aconsejable retrasar la reconstrucción para no extender excesivamente la intervención. Si existen problemas médicos asociados, como obesidad, hipertensión, también puede ser necesario retrasar la reconstrucción. En cualquiera de los casos, lo importante es disponer de una información adecuada y clara sobre las posibilidades de reconstrucción antes de ser intervenida, para enfrentarse a la operación de forma más positiva.

El cáncer de mama es una  de las patologías más impactante  en la vida de una mujer, no solo por la incertidumbre en cuanto a su manejo y pronóstico, sino también porque esta paciente enfrentara una deformidad corporal que le hará sentirse mutilada. El impacto emocional de la mastectomía, es profundo, no solo porque la paciente tiene que lidiar con el stress de esa enfermedad, sino también ajustarse  a la imagen alterada de su cuerpo por la desaparición de unos de sus senos, que además de ser el más claro  exponente de la anatomía  y morfología femenina, es también la representación de su belleza, sexualidad, maternidad y juventud. A  lo anterior s e une la aceptación o rechazo de su pareja, que en mucho caso conlleva a la finalización de la relación.

Atendiendo a estas  necesidades de la mujer se han creado y se seguirán desarrollando diferentes métodos para la reconstrucción de mama post-mastectomía por cáncer como diferentes técnicas a fin de dar una mejor forma a la mama reconstruida.

El cirujano plástico y reconstructivo se ha enfrentado a una serie de dificultades para el manejo de estos casos, que van desde el desconocimiento total por parte  de la paciente que existen alternativa de reconstrucción con resultado estético que van desde aceptables a excelentes, capaces de resolver su problema, hasta la dificultad en sí cáncer de mama, que deprime tanto a las pacientes que entienden que no deben tomar más riesgos quirúrgicos en su vida. Por otro lado, algunos cirujanos oncológicos que no  orienta a las pacientes para buscar una alternativas adecuada a su nuevo problema que es la reconstrucción de su imagen corporal y con ello de su autoestima. En ello puede influir la creencia de algunos especialistas de que estas pacientes mastectonizasdas no deben someterse a la reconstrucción hasta que no esté libre o curada de la enfermedad.